Magia aparte

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El joven actor Daniel Radcliffe abandonó por un rato el atuendo de Harry Potter para meterse en la piel de un chico huérfano en su nuevo trabajo para la pantalla grande.

La película December boys es el nuevo desafío en la meteórica carrera de Radcliffe, quien de a poco busca despegarse de la figura de Potter afrontando otros retos actorales.

En esta oportunidad, el joven de 18 años es uno de los protagonistas de la adaptación al cine de una novela de Michael Noonan.

La cinta, que se estrena en Londres, cuenta la historia de cuatro chicos huérfanos que son enviados durante el verano a la costa australiana. Ahí se enfrentan a nuevas vivencias y también se disputan la posibilidad de ser adoptados por una familia.

Por su parte, el personaje de Radcliffe conoce a una adolescente del lugar, con quien tiene su primer encuentro sexual.

Acerca de la escena de sexo, la primera en su carrera, el actor reveló que durante el rodaje tuvo miedo de excitarse demasiado con su compañera Teresa Palmer. “Teresa es preciosa, así que estaba bastante preocupado por, bueno, ya saben, el asunto. Pero besar a alguien frente a una cámara no es nada sexy, no hay problemas aunque la chica te atraiga", dijo el joven.

Pese a la incomodidad, Radcliffe aseguró que disfrutó de la grabación: "Me encanta esa escena. Es totalmente torpe. Nuestros movimientos están tan descoordinados. Cuando el director me dijo que besara su cuello mientras le tocaba los pechos, me recordaba a la primera vez, cuando piensas: ´Pero, ¿qué está haciendo mi mano derecha? ¿Y la izquierda? Tratar de coordinarlo todo es una auténtica pesadilla. Esa escena no es excitante".

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